Páginas

14/1/12

Rebel


A veces no puedo evitar pensar que he nacido en la época equivocada. Me gustan el terror y la ciencia ficción de los 80 con todos sus efectos especiales imposibles, me gusta el punk británico de los 70 y el idealismo de los 60, con sus Beatles y sus hippies.
Por supuesto, amo muchas cosas de esta realidad actual y cuando lo pienso seriamente sé que no podría renunciar a ellas. Ni siquiera por ver a Joy Division en directo.
 Me maravillan los avances de la ciencia y la tecnología, y jamás rechazaría todo ese conocimiento que está hoy al alcance de mi mano, aunque tampoco seré jamás capaz de abarcarlo. Como individuo disfruto de esa despreocupada libertad en la que parecemos vivir y como mujer me siento tremendamente afortunada.
Sin embargo, no puedo evitar sentir cierta tristeza al pensar en lo que hemos perdido por el camino. Habra quien no esté de acuerdo conmigo e incluso yo podría ponerme un puñado de ejemplos para probar que me equivoco. Deseo equivocarme. Y aun así, no puedo evitar tener la sensación de que hemos perdido nuestra rebeldía.

Seguimos gritando y luchando, por supuesto. Quiero pensar que esto forma parte de nuestra naturaleza, que es algo que no podemos arrancarnos por mucho que lo intentemos. Aun así, cualquier gesto parece absurdo desde el primer momento, reducido a una pose y un puñado de ideas copiadas de algún sitio. Todo queda fagocitado por el sistema, el grupo, el mundo, diluyendo cualquier poso real que pudiese haber tenido. Termina vacío y sin sentido. O quizás siempre fue así, incluso en esa época maravillosa que dejamos atrás. Quizás los ideales nunca fueron algo real, algo sólido a lo que aferrarse y por lo que luchar. Quizás.

Y a pesar de todo, con rebeldía o sin ella, con ideales o sin ellos, con sentido o sin él, muy de vez en cuando seguimos gritando hasta desgañitarnos. Seguimos teniendo estertores de ese algo que nos hace vivir. Vivir y no sólo existir.






_________________________________________

Image by themjj


PD: Aunque ahora firme las entradas con otro nombre, sigo siendo Nini para aquellos que pensáis en mi. O al menos para ti, Yoru.

No hay comentarios: