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31/3/12

Write!

Hoy me he descubierto escribiendo de nuevo y me ha gustado. Era una sensación que ya casi tenía olvidada y me resulta muy reconfortante. No se parece en nada a escribir un informe para una práctica, un mensaje a un amigo o una entrada para el blog. Escribir algo que nace directamente de mi imaginación, de ese lugar en mi interior que todavía bebe relatos cargados de sueños y fantasía, es casi... mágico. O al menos es distinto a todo lo demás.
Supongo que es esa sensación creadora que experimenta el músico, el pintor, el escultor o cualquier otro tipo de inventor. Inventores de ideas. Inventores de cosas.

Hoy quería haber escrito una entrada sobre las portadas de los libros. Sobre cómo enganchan o espantan al futuro lector, sobre su vital importancia, sobre cómo me gustan a mí. Sin embargo, una vez más, he terminado hablando de mí y sólo de mí. Pediría disculpas si no estuviera tan absurdamente pletórica en este momento.
Ahora vuelvo con mis personajes, que se han quedado abandonados en mitad de una pelea. Espero poder compartirlos con vosotros pronto.

18/3/12

Damn!

Maldito internet que viene y va, interrumpiendo mis conversaciones y mis pensamientos, troceando películas, lecturas y canciones. Maldito tiempo apacible, seco y mortal; maldito frío que me cala los huesos. Maldito estado de ánimo, melancólico, tristón y furioso, que me veo incapaz de nombrar y acotar. Maldito PsycInfo con todos sus inteligibles artículos sajones, con sus mil referencias y su conocimiento de pago. Maldita ansiedad que se aferra a mi estómago y me enloquece. Maldita familia que duele y desconcierta una y otra vez.
Maldita tú.
Maldito él.
Maldita yo.

14/3/12

Discworld

Iba a escribir una entrada larga y seria, de esas en las que me pierdo entre mis propias reflexiones, pero creo que lo dejaré para otro día. Fundamentalmente porque el tema se me está yendo de las manos y ya ni siquiera sé de qué estoy escribiendo, pero también porque hay una pregunta que ronda mi cabeza desde hace unos días.

¿Imagináis surcar la inmensidad del universo en un plato montado sobre cuatro elefantes que viajan encima de una tortuga?

Sería un mundo realmente genial, ¿no? Mágico, como poco. Este maldito Pratchett no sale de mi cabeza...

11/3/12

Basta

Ya está bien de melancolía y apatía. Ni siquiera me siento verdaderamente melacólica, es culpa de este maldito teclado, que saca lo peor de mí. Estoy activa y enérgica y llena de ilusión. Quizás no tanto como antes, pero sigue siendo algo por encima de la media. Quiero comerme el mundo y regurgitarlo mejor de lo que estaba, y os aseguro que algún día lo haré. Aunque de momento me conformaré con aprovechar que sale el sol para volver a ponerme las pilas y reconducir el blog a su camino original.

He dejado pasar muchos temas que se merecían un post y otros que quizás no lo merecían pero deberían haberlo tenido. Así que paso a subrayar algunos de ellos, lo que no quita que más adelante vuelta a retomarlos. Ya veremos.

En primer lugar ha muerto Möebius. Jean Giraud, si lo preferís. Si no os suenan el Incal o el Teniente Blueberry, quizás dos de sus comics más conocidos, puede que os suene Alien. Sí, la película. O Blade Runner, también película. Colaboró en el diseño gráfico de ambas. Pero reducirle a un par de trabajos sería ridículo por mi parte, así que no puedo hacer más que resaltar el hecho de que a partir de ahora el mundo tendrá menos color. Y los que no le conozcáis aun, alegraos, tenéis mundos maravillosos por descubrir.

Por otro lado, llegó el 8 de marzo y lo dejé pasar. No hablé de feminismo, no planteé mi visión del mundo ni hice comentarios sobre lingüística ni sobre violencia estructural contra las embarazadas. El feminismo, mi feminismo, forma parte del blog tanto como el frikismo, así que de momento lo dejaré estar. Tampoco sé si tiene mucho sentido volver a sacar dos temas sobre los que ya se han escrito ríos de tinta (al menos de tinta virtual) y sobre los que ya ha hablado gente mucho más enterada y pensada que yo, pero no puedo evitar un breve grito de indignación. Dad gracias a que he conseguido controlar al alien furioso que intenta escapar de mis entrañas y arrancaros las cejas a mordiscos.
Realmente pensé que tan sólo los miembros de la Iglesia los tenían tan bien puestos como para salir ante la multitud a defender semejantes dislates, pero parece que se ha abierto la veda. Como si no fuese bastante tener que seguir haciendo frente a ese maldito rol de madres y amas de casa que se nos enseña como inherente a nuestro ser, van y nos dicen que cuando nos la metan doblada va a ser por nuestro bien. Porque otra cosa no, pero que la obligación el derecho a parir no nos lo toquen; pensar y decidir ya lo haremos otro día. Años de feminismo para conseguir el reconocimiento de lo que venimos llamando violencia estructural para que se nos caguen encima en dos frases. Manda cojones.


Para terminar, en una línea más personal, me voy al Leyendas del rock, en Murcia. Hasta agosto me queda mucho tiempo para replanteármelo y dudar, así que lo dejo aquí escrito, ya no hay vuelta atrás. Voy a ver a Warcry, Barón Rojo, Lujuria, Stingers, Épica, Azrael,... Ahhh, se me hacen la boca y las bragas agua de tan solo pensarlo. Ni siquiera estoy segura de poder sobrevivir a la programación del sábado, pero si muero, pensad que ha sido en un estallido de emoción y placer. Y cualquiera que quiera acompañarme y compartir tienda será bien recibido, claro.


4/3/12

Bohemia

Estos han sido unos días extraños, sin duda. Debería estar feliz, tengo motivos de sobra para estarlo. Abunda la mierda a mi alrededor, claro, pero eso sólo hace más ciertos los momentos de alegría. Y aun así he estado apática y tristona, aunque no sabría decir por qué, no sabría ponerle nombre a eso que se escurre por mi garganta y me atenaza el pecho. Pero hoy ha pasado. Ayer me reí y sentí cómo mis neuronas salían poco a poco del letargo en que se habían sumido, esta mañana he vuelto a leer a Simone de Beauvoir y después me he sentado a ver un musical. Por absurdo que parezca, Rent ha conseguido pintar en mi rostro una ridícula sonrisa de boba que hacía tiempo no aparecía, y sienta tan bien...



La verdad es que hasta ahora no me habían llamado especialmente la atención los musicales, pero Rent me ha encantado. Recomendadísima queda, claro. Y en cuanto vea la versión de Broadway, decidiré si me doy a las drogas duras o me quedo en las películas musicales. Por si fuera poco reacaer y reencontrarme con el teatro, esto amenaza con convertirse en otro maldito vicio que financiar... Tendré que vender órganos a precio de diamantes, maldita sea.