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26/4/13

Estado de sitio

Las pruebas de la batalla son desconcertantemente escasas. Un banco cojo, un cristal roto. No queda huella del miedo, la tensión, la adrenalina, la furia  y la violencia que hace unas horas corrían por los pasillos. Nada que esgrimir como prueba del delito, nada que defienda nuestro recuerdo. Nada a parte de la sombra en nuestras almas.

Guardias jurado custodian las puertas. Control de entrada. Control de salida. Control de paso. ¿A dónde vas? ¿De dónde vienes? ¿Cuáles son tus intenciones? ¿Puedes identificarte? No tienes más derechos que los que yo te quiera dar y ya estoy cansado de lo que haces con tu libertad. Prostituye tu mente, vende tus ideales y hablaremos. Los demás ya lo han hecho, ¿cuál es el problema?
Rebeldía, revolución y principios son patrañas de la juventud. Crece de una vez, maldita sea. Ya no eres un crío para jugar a quemar las calles. Deja de soñar. ¡Despierta! Esto es la realidad. Mi realidad. Y tú estás en ella.

Te he enseñado lo que es una buena vida. Te he enseñado a lo que debes aspirar, en lo que debes creer, lo que debes pensar. Nunca te habías quejado, ¿cuál es el problema? Si quieres conseguir todo lo que deseas, ya sabes lo que tienes que hacer. Yo te he dado anhelos y herramientas para conseguirlos, ¿cuál es el problema?

Sonríe y asiente. Así, muy bien. Otra vez, por mí. Muchas gracias. Rellena el formulario, abona las tasas y ponte en la fila. Tendrás que deshacerte de tus creencias e ideas, pero no te preocupes, te daré otras nuevas. Y puedes quedarte con tu gorra, tus pantaloness y chalecos, conserva tu individualidad. Sé que te gusta ser especial. Y podrás serlo, podrás ser cualquier cosa que te haga feliz. Sólo tienes que avanzar con los demás. Entra al redil, verás todas las comodidades que ofrezco.

Así me gusta. Sonríe y avanza. Muchas gracias.

Siguiente, por favor.