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28/1/12

Venecia


Revisando el disco duro, me he reencontrado con las fotos de Venecia y el placer de revivir el viaje ha sido indescriptible. No podéis haceros una idea de cómo me enamoró esa ciudad: desde la amplitud y libertad de los canales más amplios, hasta la magia y el misterio de las callejuelas más oscuras y apretadas. La orgullosa decadencia con que se yergue sobre el agua, como si cada desconchón y cada desperfecto estuviesen allí puestos con intención, formando parte de su encanto. Es una ciudad que exuda leyendas y relatos, todas sus piedras guardianas de algún secreto. Navegar por sus calles es pasear entre sirenas y leones de piedra.

Y aunque una alegría excitada que me invade al recordarlo, la pena me ahoga al no estar allí en este momento, al no formar parte de ese cuento. Quiero recorrer el mundo pero necesito volver a Venecia; es demasiado tarde, ya soy presa de su embrujo.

23/1/12

¿Y si fuese una chica?

Hace un tiempo, salió en la conversación con un compañero de clase, no recuerdo muy bien cómo, el dato de que la noche anterior yo había dormido en casa de un amigo. Este comentario provocó inmediatamente una serie de comentarios y sonrisillas cómplices que me sentaron profundamente mal. Tuve la misma sensación que cuando hablo con mi madre de quedar con un amigo, sin chicas de por medio: casi puedo escuchar sus cerebros gritando ¡¡aquí hay tomate!!.

Y esto me molesta, fundamentalmente, porque cuando me quedo en casa de una chica no veo ese brillo de suspicacia en sus ojos. Porque si dijese despreocupadamente que estuve durmiendo en casa de una amiga y tuvimos que compartir colchón y después ducha para ahorrar espacio y agua caliente, nadie lo entendería igual que si lo hubiese hecho con un chico. Lo cual me ofende un poco.
Supongo que es una estupidez, pero no puedo evitarlo. Cuando lo hace alguien que me conoce, tengo la sensación de que está borrando una parte importante de mí y eso me enfada, pero también me duele, para qué engañarnos. Por otro lado, cuando lo hace un desconocido que no tiene por qué saber lo que me gusta o me deja de gustar, me molesta que dé por supuesta mi heterosexualidad sin plantearse de entrada ninguna otra posibilidad. Además, esa actitud de "entre dos chicas no hay problema" me hace sentir ligeramente asexuada como mujer. Es decir, por mucho que yo fuese una heterosexual de tomo y lomo o no hubiese ningún tipo de tensión sexual y/o atracción entre nosotras, el hecho de haber estado restregándome en la ducha con otra muchacha debería provocar, al menos para el que está escuchando, alguna que otra suspicacia (y no sólo calentones).

Pero volviendo a la conversación con mi compañero, la cuestión es que con todo esto comiéndome por dentro, no iba a callarme. Así que le pregunté si hubiese puesto la misma cara en caso de que yo hubiese hablado de dormir con una amiga. Tras una breve expresión de sorpresa, se encogió de hombros y dijo algo así como "Bueno, pero eso son rumores". Cuando le pregunté qué diablos se rumoreaba exactamente escurrió el bulto, como si llamarme bollera a la cara fuera algo muy feo. Y no sé si me hace gracia o me mosquea que la gente sea capaz de hablar de mi a mis espaldas o dejar caer sus comentarios en mi cara, pero no se atreva a terminar de llamarme lesbiana con todas sus letras. Supongo que me queda mucha psicología por aprender para poder entenderlo.





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Image by mementto

22/1/12

Desalojos Olímpicos

Ayer leía en la revista de Amnistía Internacional, un pequeño artículo sobre los desalojos forzosos que están teniendo lugar en Brasil por los preparativos de los Juegos Olímpicos del 2016. Hablaba en concreto de la comunidad de Restinga, donde el 22 de octubre de 2010 bulldozers y antidisturbios empezaron a echar a la gente de sus casa por la fuerza. Sin previo aviso, sin una oferta de alojamiento alternativo. Llaman a tu puerta y tiran abajo tu casa, así de fácil, así de simple. Al fin y al cabo, hay que celebrar los Juegos Olímpicos y Restinga no es la única comunidad que se interpone en el camino.

No he estado en Brasil y no sé cómo será la situación, pero sí he estado en China y puedo deciros que allí parece haber ocurrido lo mismo. Cuando fui el año pasado (tras los Juegos del 2008), me sorprendió ver que la ciudad de Beijing estaba llena de muros grises de cemento. Después de insistirle varias veces, la guía nos explicó que habían construido los muros para los JJOO, para apartar de la vista las zonas de casas más pobres o más viejas que el gobierno no había tenido tiempo de derribar y "limpiar". Zonas enteras de la ciudad aisladas o derruidas para que los turistas no se empañasen la vista con una pizca de polvo. Beijing es una ciudad rica, próspera y glamurosa, amigos, allí no tiene cabida la pobreza.

 

A partir de ese momento, la gente vendiendo batatas en sus puestos-bici frente a un edificio ultramoderno lleno de luces y colores deja de ser sólo un contraste fascinante. Es la realidad en estado puro. Te das cuenta de que los alrededores de todos los malditos palacios de la ciudad (que son unos cuantos), están rodeados por muros grises que parecen no tener una maldita apertura al exterior y Beijing se revela como una ciudad llena de pequeños guetos olímpicos.

Entrada a una de las zonas separadas por el muro.
Los bloques de edificios del fondo ya son de la parte "aceptable" de la ciudad.


¿Este es el significado de los Juegos Olímpicos? ¿Es esto lo que promueven con orgullo los deportistas y lo que desean conseguir los gobiernos?


16/1/12

Me paso a las hierbas

Para diluir las ingentes cantidades de cafeína que corre por mis venas, he empezado a tomar té. Y me ocurre lo mismo que con el café, para disfrutarlo tiene que ser natural, nada de sobres o cápsulas de picadillo de papel compacto. Además, creo que me espabilo más al intercalar una bebida con otra, en lugar de estar sólo a base de café. Supongo que es por la alta tolerancia a la cafeína que he terminado desarrollando, pero no deja de sorprenderme que mezclar lo arregle.

Por otro lado, estoy asomando la cabeza a todo un nuevo mundo de hierbas e infusiones. La manzanilla y el poleo sigen desagradándome igual que siempre, pero me lo paso estupendamente buscando nuevas mezclas para mi té. Nada de tés simplones, menuda ordinariez. Mi tía me dio el otro día un té rojo con vainilla y azahar que me tiene fascinada. Definitivamente quiero conocer a su camello, esto sí que es material de calidad. Y sólo pensar todas las mezclas que me quedan por probar... Ouuuh, yeah.

14/1/12

Rebel


A veces no puedo evitar pensar que he nacido en la época equivocada. Me gustan el terror y la ciencia ficción de los 80 con todos sus efectos especiales imposibles, me gusta el punk británico de los 70 y el idealismo de los 60, con sus Beatles y sus hippies.
Por supuesto, amo muchas cosas de esta realidad actual y cuando lo pienso seriamente sé que no podría renunciar a ellas. Ni siquiera por ver a Joy Division en directo.
 Me maravillan los avances de la ciencia y la tecnología, y jamás rechazaría todo ese conocimiento que está hoy al alcance de mi mano, aunque tampoco seré jamás capaz de abarcarlo. Como individuo disfruto de esa despreocupada libertad en la que parecemos vivir y como mujer me siento tremendamente afortunada.
Sin embargo, no puedo evitar sentir cierta tristeza al pensar en lo que hemos perdido por el camino. Habra quien no esté de acuerdo conmigo e incluso yo podría ponerme un puñado de ejemplos para probar que me equivoco. Deseo equivocarme. Y aun así, no puedo evitar tener la sensación de que hemos perdido nuestra rebeldía.

Seguimos gritando y luchando, por supuesto. Quiero pensar que esto forma parte de nuestra naturaleza, que es algo que no podemos arrancarnos por mucho que lo intentemos. Aun así, cualquier gesto parece absurdo desde el primer momento, reducido a una pose y un puñado de ideas copiadas de algún sitio. Todo queda fagocitado por el sistema, el grupo, el mundo, diluyendo cualquier poso real que pudiese haber tenido. Termina vacío y sin sentido. O quizás siempre fue así, incluso en esa época maravillosa que dejamos atrás. Quizás los ideales nunca fueron algo real, algo sólido a lo que aferrarse y por lo que luchar. Quizás.

Y a pesar de todo, con rebeldía o sin ella, con ideales o sin ellos, con sentido o sin él, muy de vez en cuando seguimos gritando hasta desgañitarnos. Seguimos teniendo estertores de ese algo que nos hace vivir. Vivir y no sólo existir.






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Image by themjj


PD: Aunque ahora firme las entradas con otro nombre, sigo siendo Nini para aquellos que pensáis en mi. O al menos para ti, Yoru.

2/1/12

Listas

¡Feliz año a todos!

La verdad es que hago muchas listas últimamente: libros que he leído, cosas que hacer, conciertos a los que ir,... No sé si es necesidad de control o un vano intento de poner un poquito de orden en la entropía de nuestra existencia. También puede ser una buena receta contra el olvido.

El caso es que tengo muchas listas y he decidido empezar 2012 compartiéndolas con vosotros. Pura generosidad.
Esto no significa que el blog vaya a quedar reducido a listas y listas de cosas por hacer, faltaría más. Simplemente os dejaré de vez en cuando la colección de canciones que me remueven ese día, la colección de libros que necesito para vivir, el puñadito de lo que sea que me apetece compartir, vaya. Incluso la lista de la compra si fuese necesario.

Así que, para empezar bien el año, os dejo un listado de canciones (¿pensábais que ahora venían los buenos propósitos?). Espero que lo disfrutéis.


The bard's song (Blind Guardian)
Mrs. God (Helloween)
Tatata (Liliana Felipe)
La hoguera (Javier Krahe)
Resist psychic death (Bikini kill)