He oído muchas veces eso de "ojalá no supiera esto o aquello.... La ignorancia da la felicidad" y no puedo hacer menos que reírme. No os lo creéis ni vosotros. La ignorancia tan sólo ofrece dudas e inseguridad y quizás tengamos diferentes definiciones de felicidad, pero si la vuestra incluye estas dos cosas, quizás deberíais revisarla.
No saber es no poder actuar. No saber te bloquea el avance hacia cualquier sitio porque ni siquiera conoces tu destino. No saber es incertidumbre, es miedo a la oscuridad. La ignorancia te impide saber lo que vendrá, te impide prepararte, tomar decisiones, te arrebata cualquier control y cualquier capacidad de decisión.
La ignorancia significa dejarte mecer apaciblemente cuando sople la brisa, sí, pero también dejarte arrastrar por la tormenta y sucumbir contra los riscos.
La ignorancia es la muerte. La muerte de la mente y del espíritu, y si me apuras, la muerte del cuerpo cuando no sepas curar tus heridas ni defenderte del peligro que llegó cuando no estabas preparado. La ignorancia es el vacío, es no tener nada y querer la ignorancia es no querer nada.
Disfrutad de vuestra ignorancia, porque a mí me aterra la venda que me ciega y me bloquea.